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COMO MANTENER BIEN TU VEHÍCULO

      FRENOS

 

Los dos componentes de nuestro sistema de frenos que normalmente se ven afectados por el mantenimiento son las pastillas o las zapatas de freno y el lĂ­quido de frenos (fluido hidrĂĄulico). Mientras los elementos frenantes se sustituyen cuando estĂĄn desgastados, el fluido hidrĂĄulico se sustituye cada cierta cantidad de kilĂłmetros/aĂąos o dependiendo del vehĂ­culo adicionalmente cada cambio de pastillas/zapatas. El frenado de un vehĂ­culo se produce por la aplicaciĂłn de un elemento fijo unido al automĂłvil (la pastilla o la zapata) contra uno mĂłvil unido a las ruedas (disco o tambor). Cuando se aplica la pastilla contra el disco o la zapata contra el tambor, se produce un rozamiento por el que disipamos la energĂ­a cinĂŠtica en forma de calor. Este rozamiento produce que poco a poco la pastilla y el disco se desgasten. Con una conducciĂłn agresiva nos comeremos los elementos frenantes en poco tiempo, mientras que con un uso tranquilo unas pastillas pueden durarnos mĂĄs de 100.000 kilĂłmetros, mientras la vida de los discos pueden incluso exceder la vida Ăştil del vehĂ­culo.
Al contrario que las pastillas de freno, los discos tienen un desgaste apenas perceptible, en cualquier caso existe un pequeño truco para determinar si hay que cambiar los discos por desgaste excesivo. El truco consiste en pasar la uña por el borde del disco, si la uña engancha (hay escalón), los discos deben ser cambiados, si la uña no engancha (no hay escalón), los discos todavía están en buen estado o no, esto es un poco aplicación del llamado “ojímetro”, tampoco nos podemos fiar, conviene que en caso de duda preguntemos a un profesional. Entre otros problemas que podemos encontrarnos en los discos de freno, los otros dos principales son la fractura o el alabeo. Estos problemas los notaremos en el tacto del freno, que se sentirá irregular, como un golpeteo en el pedal que baja de frecuencia a medida que bajamos de velocidad durante la frenada. También un uso exigente bajando una cuesta pronunciada con uso exhaustivo de los frenos puede causar un sobrecalentamiento que produzca la deformación del disco de freno.
Relativo al mantenimiento del líquido de frenos, con el tiempo el líquido de frenos pierde sus propiedades (como todo aceite, este con base de glicol), y hay que cambiarlo. Cada cuanto hay que cambiarlo suele venir en el manual de nuestro coche, pero suele coincidir con las revisiones “gordas”, normalmente esto sucede cada 2 años. Los líquidos de freno pueden ser de varios tipos, normalmente están basados en el glicol, como los DOT3, DOT4 y DOT5.1 (existían 1 y 2 pero ya no se usan), pero también existen basados en siliconas como el DOT5. Cuanto mayor es el número que acompaña al “DOT”, mayor es la temperatura de ebullición del líquido de freno. En la tapa del depósito encontraremos normalmente el tipo que debemos echar a nuestro coche. Caso aparte es el de Citröen, que en sus coches con suspensión hidroneumática comparte el líquido de la suspensión con el líquido de frenos y lleva un líquido específico.

 

      CAMBIO DE ACEITE
 

Una de las cosas mĂĄs importantes cuando se posee un automĂłvil es su cuidado y sobre todo la protecciĂłn del motor. Lo mĂĄs significativo es la lubricaciĂłn del mismo y para eso hay dos elementos clave que entran a jugar el rol mĂĄs importante.

Por un lado es el aceite y por el otro el filtro. El primero es uno de los aditivos clave que lleva el motor, que hace conservarlo aĂşn mĂĄs, limitar el desgaste de las piezas cuando el motor estĂĄ en movimiento y otras funciones como la disminuciĂłn de los rozamientos. Por otra parte la funciĂłn del filtro es retener las impurezas que flotan en el aceite, evitando que pasen hacia el motor y se adhieran al mismo.

Hay distintos tipos de aceite, que dependen de los motores que poseen los vehĂ­culos, si son de nafta, diesel o a gas. Pero ademĂĄs tambiĂŠn hay que tener en cuenta que uso se le da al auto, el clima en el que se lo utiliza, que tipos de viaje se hacen y si se lo usa mĂĄs en ciudad, en rutas o en el campo. Todo esto debe tenerse presente a la hora de realizar un cambio de aceite o filtro.

Por eso mismo la elecciĂłn del aceite y el cuidado de ĂŠste son relevantes para un auto. Lo ideal para saber que nivel de aceite tiene el vehĂ­culo es revisarlo cada 15 dĂ­as o cada 1.000 kilĂłmetros. Si lleva aceite sintĂŠtico hay que renovarlo todos los aĂąos, junto al filtro, o cada 15.000 kilĂłmetros. Los vehĂ­culos que usan aceite semi sintĂŠtico deben cambiarlo todos los aĂąos o tambiĂŠn cada 10.000 kilĂłmetros. Y si los autos usan aceite mineral hay que cambiarlos tambiĂŠn todos los aĂąos o cada 5.000 kilĂłmetros.

Se podrĂĄ pasar el lĂ­mite de los kilĂłmetros a la hora de realizar algĂşn cambio, pero siempre debe tenerse presente que revisar el aceite no estĂĄ de mĂĄs y protegerĂĄ al auto de cualquier contratiempo.

      CORREA DE DISTRIBUCIÓN
 

La correa de distribuciĂłn es un elemento de suma importancia en el motor. Es la encargada de que el motor funcione de un modo coordinado.
Si se rompe la correa de distribuciĂłn, las vĂĄlvulas que estĂŠn abiertas en ese momento, son aplastadas o torcidas por los pistones en su libre carrera hacia arriba.
La reparaciĂłn es costosa y molesta, ya que hay que levantar la culata, revisarla por si ha sufrido y hay que cambiarla, cambiar las vĂĄlvulas, y montarlo todo.
Para evitar esto, se sigue un programa de mantenimiento que el fabricante estima mĂĄs que suficiente.
Recomendaciones relacionadas con la correa de distribuciĂłn
    SustituciĂłn de la correa de distribuciĂłn: 5 aĂąos o 70.000 / 120.000 km.
    Consultar en el libro de mantenimiento el periodo recomendado de sustituciĂłn.
    En vehĂ­culos que disponen de cadena de distribuciĂłn no es necesaria la sustituciĂłn, dura la vida Ăştil del motor.
Un requisito crĂ­tico previo para el funcionamiento sin problemas de la transmisiĂłn por correa de distribuciĂłn es que ĂŠsta tenga la tensiĂłn adecuada. Recuerde que el cambio de la correa de distribuciĂłn debe ir siempre acompaĂąado de la sustituciĂłn de los tensores, bomba de agua y todos los rodamientos presentes en el sistema de distribuciĂłn.
Existen tambiĂŠn mĂĄs correas en el motor, la correa de alternador (Auxiliar o de servicios)  La llamada transmisiĂłn auxiliar se utiliza para el accionamiento de equipos accesorios, tales como el alternador, la bomba del refrigerante, la bomba de asistencia a la direcciĂłn o el compresor del aire acondicionado. Su  montaje y desmontaje requiere menos horas para el servicio tĂŠcnico mecĂĄnico (en comparaciĂłn con la de distribuciĂłn).

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